Reflejos del cambio: lo que una mina me enseñó sobre el trabajo con Inteligencia Artificial

By Adriana Páez Pino

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Cada semana, en mi serie Descubriendo la IA en el trabajo, comparto reflexiones para quienes buscan comprender y aprovechar la inteligencia artificial como herramienta de transformación profesional. Esta serie se publica en mi página IAvanza.co y en mi perfil de LinkedIn.

Esta vez, esa reflexión comenzó en un lugar inesperado: la Mina de Sal de Nemocón, en Colombia.

Más allá de ser un atractivo turístico, este espacio que también fue escenario de la película Los 33 me llevó a pensar en los desafíos que enfrentamos hoy en los entornos laborales: la incertidumbre, el cambio acelerado, la necesidad de adaptarnos… y cómo, al igual que en una mina, hay que explorar lo profundo para encontrar sentido, luz y dirección en medio de la transformación digital.

En este blog comparto tres ideas que surgieron en ese recorrido: cómo liderar en la incertidumbre, cómo reflejar internamente los cambios que promovemos, y por qué la colaboración sigue siendo esencial en la era de la inteligencia artificial.

Lo que viví en ese recorrido me dejó ideas que hoy quiero compartir.

🪨 La experiencia en la mina: explorando lo profundo

Estar dentro de la Mina de Sal de Nemocón fue, sin exagerar, una experiencia transformadora. Desde el momento en que descendimos, el contraste entre la oscuridad del entorno y la luz artificial que lo revelaba todo generó un ambiente lleno de simbolismo.

Recorrer esos túneles, con sus paredes de sal y sus estructuras formadas por el tiempo, me hizo pensar en cómo muchas veces tenemos que adentrarnos en lo desconocido para encontrar nuevas formas de ver el mundo, y de vernos a nosotras mismas en él.

Lo más impactante fue el espejo de agua: una superficie que, al reflejar el techo de la mina, creaba una ilusión perfecta. Estábamos en la profundidad, pero esa imagen duplicada parecía llevarnos a otro lugar. Fue ahí donde tomamos una foto que aún me resuena. En ella se ve al grupo con el que iba, y Atenas que nos acompañaba, y ese reflejo que parece una metáfora visual del cambio: lo que vemos en el exterior es solo una parte; lo importante es lo que se transforma adentro.

Además, saber que allí se grabó la película Los 33 me conectó con otro nivel de significado: el de la resiliencia, el trabajo en equipo y la capacidad humana de adaptarse, resistir y salir fortalecida de los entornos más adversos. Todo eso resuena también con los desafíos que vivimos hoy en los entornos laborales atravesados por la tecnología.

💡 Tres ideas que emergen desde lo profundo

✦ Liderar en la incertidumbre

Estar dentro de la mina me hizo pensar en cómo muchas veces lideramos y trabajamos sin tener todo claro. Con poca visibilidad, con caminos que no siempre son rectos, y con la necesidad constante de adaptarnos. En el contexto laboral actual, especialmente con la incorporación de la inteligencia artificial, este tipo de liderazgo se vuelve cada vez más necesario: personas que no lo saben todo, pero que se atreven a avanzar, que exploran, que escuchan, que construyen colectivamente el siguiente paso.

Liderar con IA no es solo implementar herramientas. Es tomar decisiones en entornos nuevos, formar equipos con habilidades complementarias, y ser capaces de guiar sin certezas absolutas. Igual que en una mina, la claridad no viene al inicio. Se va construyendo con cada paso.

✦ Reflejar el cambio que promovemos

Ese espejo de agua en la mina sigue grabado en mi mente. Un reflejo perfecto que engaña los sentidos y te invita a observar con más profundidad. ¿Qué estamos reflejando hoy como profesionales frente al cambio tecnológico? ¿Nos estamos adaptando realmente, o solo estamos simulando transformación sin mover estructuras reales?

La IA nos obliga a revisar nuestras prácticas, nuestras decisiones y nuestras formas de trabajo. No se trata solo de aprender a usar una herramienta, sino de integrar una nueva manera de pensar, de resolver y de liderar. El cambio más poderoso es el que se refleja porque es genuino, no porque está de moda.

✦ Nadie sale solo de la mina

La historia de Los 33 mineros atrapados, trabajando unidos, sosteniéndose emocionalmente es también una metáfora del trabajo colaborativo. Ninguna transformación digital, por más avanzada que sea, puede tener éxito si se aborda desde el aislamiento.

En este momento de cambio, necesitamos redes de apoyo, entornos laborales que valoren la formación continua y culturas que abracen la colaboración entre personas con distintos saberes: técnicas, humanas, estratégicas. La IA puede ser una herramienta poderosa, pero su verdadero impacto ocurre cuando se inserta en equipos diversos, comprometidos y dispuestos a aprender juntas y juntos.

🛠️ Aplicación práctica: herramientas para navegar la transformación

Las experiencias poderosas nos invitan a transformar, pero también a actuar. Hoy más que nunca, la inteligencia artificial está disponible para todas las personas profesionales que deseen avanzar, reorganizar sus tareas y aportar más valor desde sus roles.

Herramientas como ChatGPT, Copilot o Notion AI permiten automatizar procesos repetitivos, redactar con mayor claridad, estructurar proyectos, generar ideas, tomar mejores decisiones o simplemente ahorrar tiempo para enfocarnos en lo que realmente importa. Pero no basta con tener acceso: el reto está en saber para qué las usamos, cómo las integramos, y con qué criterio tomamos decisiones cuando la tecnología ya hace parte del flujo de trabajo.

La transformación digital no empieza con una app, empieza con una mentalidad dispuesta a aprender, a colaborar y a dejar atrás ciertas formas de control para abrirse a nuevas posibilidades. Así como en la mina, a veces hay que soltar el miedo a la oscuridad para encontrar lo que de verdad importa.

Salir de la mina también es una decisión

Salir de la mina no fue solo una operación técnica en la historia de Los 33, fue un proceso colectivo, lleno de aprendizajes, emociones y transformación. En muchos sentidos, eso mismo ocurre hoy en el mundo del trabajo. La inteligencia artificial ya forma parte de nuestra realidad, y muchas personas se sienten como al inicio de ese túnel: rodeadas de incertidumbre, sin ver con claridad el rumbo, pero con la intuición de que algo profundo está cambiando.

La buena noticia es que no estamos solas ni solos. Contamos con herramientas, con conocimiento disponible y con comunidades que, como en ese equipo atrapado, pueden sostenernos, inspirarnos y ayudarnos a avanzar. La clave está en reconocer que la transformación no siempre empieza desde afuera: empieza dentro, cuando decidimos ver el cambio como una oportunidad para crecer.

Y a veces, basta con una visita a lo profundo como esta que hice a la Mina de Sal para recordarnos que incluso en los lugares más inesperados podemos encontrar señales de hacia dónde queremos ir.

Explorar una mina no solo implica descender físicamente, sino también detenerse, observar con atención y abrirse a nuevas formas de comprender lo que nos rodea. Algo similar ocurre cuando decidimos adentrarnos en la transformación digital: no se trata únicamente de adoptar herramientas, sino de mirar hacia adentro, cuestionar nuestras formas de trabajar y atrevernos a cambiar.

En mi recorrido por la Mina de Sal de Nemocón, recordé que muchas veces el cambio más profundo no es el que vemos en cifras o en pantallas, sino el que empieza cuando decidimos liderar nuestra propia evolución profesional.

Por eso hoy quiero invitarte a hacer una pausa y preguntarte:

🔍 ¿En qué parte del camino estás en tu relación con la inteligencia artificial?

🛠️ ¿Qué herramientas estás explorando o te gustaría empezar a usar?

🤝 ¿Cómo estás tejiendo redes que te ayuden a avanzar en esta transformación?

Comparte experiencias, aprendizajes y dudas. Porque nadie sale sola o solo de los desafíos que trae el futuro del trabajo, pero podemos encontrar nuevas formas de avanzar con propósito.

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